Fabio Jerez no se olvida. Abre los ojos grandes y mira de frente. Fabio, o Suicho como le puso su abuelo, tiene la capacidad de crecer cuando habla. Parece chiquito hasta que de pronto se despliega sobre sí mismo, se expande y se hace fuerte. Es un joven de 33 años nacido en Chaco, provincia del norte argentino, que migró a la ciudad de Rosario con su familia en la década de 1990. Hoy es padre de dos adolescentes y dice que no se olvida, que se acuerda del señor que le dijo "piel roja". No entendió por qué pero sintió su odio. Se miró, los brazos marrones, las palmas rosadas de las manos. No entendió porque era muy chico: ¿cómo "piel roja"">